Este lugar me queda perfecto y tiene todo lo que necesito, wi-fi gratis en áreas públicas, parking fácil, ambiente acogedor y desayuno en la habitación. Recuerdo cuando el personal ayudó con una dulce actitud hacia mis padres ancianos. ¡Volveré en Navidad!

Desayuno abundante y variado cada mañana.

La cama era extremadamente dura y las almohadas muy pequeñas, lo que hizo que mis noches fueran incómodas. Además, el ruído de las habitaciones colindantes se hacía bastante molesto. no pude descansar adecuadamente. Por si fuera poco, los gatos del pueblo entraron en el comedor y encontré pelos de gato sobre las servilletas, lo que definitivamente no es aceptable.

Las habitaciones son como un refugio en la montaña. la combinación de su estilo rústico con suelos de madera y vistas a las montañas es más acogedora que una manta en invierno. me encantó disfrutar del desayuno en la terraza mientras contemplaba el paisaje, ¡casi me sentí como un rey!

Cama un poco dura

Si necesitas un desayuno antes de esquiar, pídelo la noche anterior, ya que el horario habitual no es muy temprano.

La ubicación es espectacular, rodeada de montañas que proporcionan vistas increíbles. La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y a brindar recomendaciones sobre actividades y lugares a visitar en la zona. El desayuno es abundante y variado, con opciones que te llenan de energía para un día de exploración en la montaña.

Las camas eran un poco duras, lo que hizo que algunas noches no fueran completamente cómodas.

pueblo tranquilo, parking gratuito, terraza amplia

La mampara de la ducha no es suficiente, ¡el agua se sale!!! Además, sería mejor si las zonas comunes estuvieran abiertas desde el primer día, ¡no tener que pedirlo es frustrante!!! Sin servicio de bar, aunque sea temporada baja.

Un refugio acogedor en Betlan

La calidez del personal hizo que mi estancia fuera inolvidable. Me ofrecieron recomendaciones locales sobre lugares para visitar, y tener gatos merodeando por el hotel fue un encanto inesperado.

El ruido de las habitaciones colindantes a veces interrumpía la tranquilidad. Además, sería ideal que instalaran un ascensor, ya que las escaleras pueden ser un reto para algunos viajeros.

La estancia fue muy reconfortante. Disfruté del desayuno que te traen a la mesa, aunque es un poco lento. La amabilidad y atención de Manuel fue notable, siempre dispuesto a ayudar. Realmente aproveché el acceso a actividades al aire libre en la zona. Este hotel pequeño y acogedor es una buena opción para quienes buscan naturaleza y tranquilidad.

El ruido de las habitaciones adyacentes se puede notar. El desayuno, aunque bueno, podría mejorar en calidad. A veces, la conexión Wi-Fi en áreas comunes fue un poco inestable.

El recibimiento fue encantador, y el lugar es perfecto para desconectar y explorar los alrededores. Las habitaciones tienen un estilo rústico con vistas de ensueño. Ideal para los amantes de la naturaleza y actividades al aire libre.

Pero, cuidado con los techos bajos, ¡puedes acabar dando cabezazos en la cama!

Una experiencia encantadora en un pueblo tranquilo

Disfrutamos de un ambiente acogedor y personal, con vistas a las montañas. La atención del personal es excepcional, siempre dispuestos a ayudar. Recomiendo explorar los senderos cercanos y disfrutar del desayuno variado. Ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza.

La estancia en el Hotelet en Betlán fue muy agradable. La ubicación es perfecta para explorar el Valle de Arán. Las vistas desde la habitación son increíbles, lo cual hizo que cada mañana fuera especial. El dueño, Manuel, me recibió con calidez y compartió información valiosa sobre la zona. El desayuno es realmente abundante y variado, con embutidos, frutas y repostería deliciosa. Sin embargo, el precio de la habitación con desayuno es un poco elevado. Tal vez podrían ajustar el costo del alojamiento un poco para mejorar la calidad del desayuno. Además, no ofrecen cena, aunque hay un restaurante espectacular a solo dos minutos caminando. Si buscas desconectar y disfrutar de la naturaleza, este es un lugar muy recomendable. Volvería sin dudarlo.

Las vistas desde la habitación son increíbles. La cama tenía un colchón muy duro, lo que no fue cómodo para dormir.

La habitación era amplia y calentita, perfecta para relajarse. Tenía un ambiente acogedor, con detalles bonitos y muchas plantas. Lo que realmente me encantó fue el desayuno, que era abundante y delicioso, ¡comí a más no poder! Sin embargo, la cama era un poco dura y eso me hizo tener algunas noches incómodas. Pero el entorno es impresionante, las montañas a tu alrededor son asombrosas.

La amabilidad de los dueños fue increíble. El Wi-Fi en áreas comunes no funcionó bien.

Ubicación tranquila, ideal para desconectar. Habitación acogedora con vistas increíbles. Desayuno delicioso y atención familiar, te hacen sentir como en casa. Perfecto para hacer senderismo por los alrededores.